Autora: Amy Schmidt
¿Por qué están marchando las mujeres?
¿Por qué están gritando éstas locas?
¿Por qué se ponen tan histéricas éstas hembras?
¿Por qué tanta bulla el día de 8 de marzo?
El Día Internacional de la Mujer nació de una lucha laboral y una colaboración trans-continental de las mujeres. Hay muchas que felicitan a las mujeres en el día del 8 de marzo... y hay muchas otras que dicen que no debemos felicitar porque es un día para luchar.
En mi humilde opinión, el día puede incluir ambas: la celebración y la lucha. Siento que no debemos solo felicitar sino también reconocer el origen de la lucha por los derechos de las mujeres la cual continúa hoy día.
El Día Internacional de la Mujer que ya se conmemora en muchos países del mundo no surgió de un solo evento sino de varios. Había huelgas, demostraciones y manifestaciones por los derechos laborales y también reuniones internacionales de mujeres socialistas.
La lucha siempre ha sido no solo pro-mujer sino también anti-guerra, anti-capitalismo y anti-estado patriarcal.
Pero ¿por qué persiste esta lucha?
Si ya han ganado el voto y ya tienen acceso a la educación. Si ya pueden trabajar fuera de la casa y ya tienen sus cuentas bancarias, anticonceptivos y el poder de tener propiedad.
¿Qué más quieren éstas locas?
Queremos ser libres y en este mundo patriarcal, no nos sentimos libres. Por esto marchamos.
No somos libres porque nos acosan, nos violentan, nos violan y nos matan, y cuando levantamos nuestras voces para decir “no más,” nos llama histéricas, nos llaman intensas y tóxicas y locas.
La lucha persiste porque el sistema patriarcal persiste y bajo este sistema, no solo existe desigualdad, existe demasiado violencia contra las mujeres.
Cuando insistimos que queremos ser libres, nos dicen, “pero ya son libres,” pero la realidad es que cuando no podemos salir de nuestras casas sin exponernos al acoso, asalto o abuso, no somos libres.
No seremos libres hasta que no haya ninguna mujer asesinada por su pareja, ex-pareja o familiar.
Por esto marchamos.
No somos libres cuando las mujeres que matan a sus parejas están sentenciadas a muchos años más en la cárcel que los hombres que asesinan a sus parejas, aún que la mayoría de los casos de mujeres son casos de autodefensa y 90% de las mujeres encarceladas por homicidio fueron violentadas y abusadas por los mismos hombres que mataron.
No somos libres cuando hay mujeres que están encarceladas por sufrir pérdidas de sus embarazos, sentenciadas por más años que los hombres que han cometido femicidios.
No somos libres cuando no podemos contar nuestras historias sin ser juzgadas, criticadas, culpadas o acusadas por ser mentirosas.
Seremos libres cuando podamos dejar de insistir: NO a la violencia, NO al acoso y NO al femicidio. Seremos libres cuando estemos seguras en las calles y nuestras casas.
Seremos libres cuando no haya riesgo de ser asesinada sólo por haber nacido en un cuerpo femenino, los mismos cuerpos que dan a luz a todos los seres humanos.
Por miles de años, hemos quedado calladas, aisladas en jaulas de abuso y oprimidas por un sistema violento. Ahora estamos en medio de un gran cambio cultural donde las mujeres en todas partes del mundo están formando redes de apoyo entre nosotras y conectando a través de nuestras historias compartidas. Nos hemos dado cuenta que aunque levantar la voz nos pone en más riesgo, ya no tenemos que quedarnos calladas.
Tenemos los derechos que ya tenemos precisamente porque las mujeres de las generaciones pasadas tomaron las calles, levantaron sus voces y pidieron por los derechos que quisieron.
La lucha continúa.
La lucha es interseccional e inclusiva y promueve visibilidad para todas las mujeres, incluso mujeres trans, porque ellas son nuestras hermanas también, y también personas no binarias.
La lucha sigue siendo anti-guerra, anti-colonialismo, anti-estado opresor y anti-terrorismo neo-liberal.
La lucha es pro-planeta porque si no luchamos por nuestra madre tierra también, ¿donde vamos a vivir? ¿Dónde van a vivir las generaciones del futuro?
Todxs merecemos los mismos derechos, acceso, representación y visibilidad.
Todxs merecemos vivir libres de la violencia aun en nuestras casas, las calles, nuestros trabajos y en los espacios públicos.
Sobre la autora
Amy es facilitadora de defensa personal, certificado de Nivel 1 por ESD Global en 2018. Vive en Playa Samara donde facilita clases, cursos, y talleres de defensa personal. Amy también es escritora, editora, e instructora de yoga. Le gusta bailar, caminar en la playa con su perrita, reírse con amigas y combatir el patriarcado con sus palabras escritas.
Amy is a Level 1 self-defense facilitator certified by ESD Global in 2018. She lives in Samara, costa Rica, where she facilitates self-defense classes, courses and workshops. Amy is also a writer, editor, and yoga instructor. She likes to dance, walk on the beach with her dog, laugh with friends, and fight the patriarchy with her written words.
Fotos usadas con permiso de Samara Empoderada.
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