Categoría: Feminismo

  • La autodefensa como acto de resistencia diaria

    La autodefensa como acto de resistencia diaria

    autodefensa holistica, mujeres fuertes

    Me cuidan mis amigas

    “Avisame cuando llegués” debería ser opcional, pero entre mujeres, es un código silencioso de cuidado, un gesto de sororidad involuntaria que hemos aprendido a ejercer para sobrevivir, y casi que una orden obligatoria.

    En un mundo donde la violencia de género es una sombra constante, la seguridad para las mujeres se ha convertido enun acto de resistencia diaria. Según las voces de decenas de mujeres que respondieron a la pregunta* “¿Qué es seguridad para vos y qué medidas tomás para sentirte segura?”, la respuesta no es sencilla ni uniforme, pero revela patrones profundos y dolorosos:

    • nos cuidamos entre todas,
    • nos preparamos para lo peor, y
    • nos protegemos aunque debería ser innecesario.

    nos cuidamos entre todas,

    nos preparamos para lo peor, y

    nos protegemos aunque debería ser innecesario.

    “Si viajo sola, me informo de todo, busco un hotel seguro y llevo implementos para protegerme”, cuenta Liam, Majo relata cómo siempre lleva consigo spray de pimienta y una mini cuchilla entre sus llaves.

    Hay quienes prefieren correr sólo en zonas muy transitadas, (la gran mayoría comparten su ubicación en tiempo real con amigos, madres, hermanas, parejas) y quienes simplemente ya no se animan a salir solas.

    Estos relatos no son anécdotas aisladas: son formas de autodefensa que hemos internalizado.

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    Desde un contacto de emergencia en el celular, hasta llevar elementos cotidianos que pueden transformarse en armas como un sacacorchos “porque le sale un cuchillo fácil”. Desde revisar minuciosamente el lugar al que vamos, hasta pedir compañía para evitar trayectos solitarios, la autodefensa no siempre implica golpes o técnicas de combate; también es estrategia, prevención, intuición aguda y una red de cuidado que tejemos entre todas.

    La seguridad, para nosotras, se construye en pequeños actos que, en conjunto, revelan una realidad cruda: vivimos en un entorno que no está hecho para protegernos, por eso, lo hacemos nosotras mismas.

    Para salir de la casa, nos aseguramos de que alguien sepa siempre dónde estamos; evitamos zonas desconocidas y solitarias de noche y muchas veces por completo. Aprendemos a vivir en un constante estado de vigilancia, cuidando nuestras pertenencias y nuestra propia existencia, siempre atentas a nuestro entorno.

    Este ejercicio cotidiano de supervivencia, también nos enseña a practicar la sororidad, porque, estar pendiente y “acompañar de lejos”, es un compromiso que tenemos unas con otras, un acuerdo que establecemos y entendemos sin ninguna explicación previa.

    La autodefensa femenina es la respuesta a una sociedad que nos quiere divididas, pequeñas y atemorizadas.Y sin embargo, cada vez que una mujer elige proteger a otra, cuidarla, confiar en ella y acuerparla, está desafiando ese mandato.

    autodefensa holistica, mujeres fuertes

    Hoy, cuidarnos es una forma de lucha.

    Es apoyo traducido en acción. Y, aunque el sueño es que un día ninguna tenga que vivir con miedo, por ahora seguiremos construyendo nuestras propias redes, gritando juntas, y defendiéndonos juntas.

    Porque nos tenemos. Porque nos cuidamos. Porque existimos. Y porque entendimos quela seguridad es colectiva.

    No estamos solas cuando aprendemos a protegernos entre todas con un cuidado mutuo que se expresa en mensajes, ubicaciones compartidas y herramientas improvisadas y que no es sólo un acto de supervivencia, es también una forma de resistencia activa.

    La autodefensa no empieza (ni termina) en el cuerpo: empieza en la confianza de que, juntas, podemos crear un entorno más seguro.

    *Este texto nace de una pregunta que lancé en Instagram, buscando respuestas reales, cotidianas y urgentes. A través del crowdsourcing con mi comunidad de redes, recopilé experiencias directas de mujeres que, en su día a día, construyen su seguridad a como pueden. No es una investigación formal, pero sí una forma de tomarle el pulso a la realidad desde la voz de quienes la viven, y no son datos estadísticos, son testimonios que hacen visible lo que muchas ya intuimos: que la seguridad personal, para nosotras, es una práctica colectiva.

    Sobre la autora

    Sara Alvarez Keller, estudiante de psicología interesada en temas sociales quien está redescubriendo sus pasiones, mientras encuentra equilibrio entre el trabajo y la universidad. Amante de los libros, el café, viajar y los atardeceres.

    Sara Alvarez Keller, Mujeres Fuertes Autodefensa

    Sobre Mujeres Fuertes Autodefensa

    Mujeres Fuertes es un proyecto de autodefensa apoyando a todas las personas a vivir una vida libre de miedo y llena de confianza.

  • De la desconfianza a la sororidad

    De la desconfianza a la sororidad

    Mujeres Fuertes Autodefensa, sororidad, 8M

    Este 8M, un llamado a la solidaridad

    “Es la amistad entre mujeres que ni siquiera son amigas”, le dice la escritora y periodista peruana Gabriela Wiener a BBC sobre la sororidad.

    Esa es la clave, y de los puntos que más me impresionan; que una desconocida sea capaz de acuerpar a una mujer, en momentos incluso poniéndose en riesgo, y no esperar nada a cambio.

    Por otro lado, me deja un sabor amargo en la boca queel 90% de agresores a mujeres sean familiares o personas cercanas a ellas, dejando en clara evidencia un opuesto casi poético entre la sororidad y la violencia de género.

    Es difícil alcanzar este nivel de compañerismo y solidaridad habiendo crecido en una estructura que fomenta y casi que impone la desconfianza entre mujeres, que no impulsa una competencia sana en ámbitos profesionales, educativos y de logros, si no en estándares de belleza inalcanzables y por la atención de hombres.

    Despojarse de tantas expectativas es complejo, no caer en el sinfín de estímulos que recibimos sobre quienes dictan nuestro pasado, presente y futuro es una lucha constante, y sólo se logra cuando alcanzamos una posición de reconocimiento y respeto mutuo. Eso es la sororidad.

    Mujeres Fuertes Autodefensa, sororidad, 8M

    “La sororidad es un pacto político de género entre mujeres que se reconocen como interlocutoras… No hay jerarquía, sino un reconocimiento de la autoridad de cada una”, escribe Marcela Lagarde.

    Es importante luchar por la libertad, admirarnos y criticarnos conscientemente, no cayendo tampoco en un apoyo ciego que derrote el propósito de la sororidad y la hermandad. Se han escudado personas detrás del feminismo para caer en acciones racistas, xenofóbicas, clasistas e incluso machistas, valiéndose de que “las mujeres tenemos que ser sororas siempre”.

    Esto no sólo es moralmente reprochable, si no que alimenta al patriarcado a utilizar los términos como “¿no es que son sororas? ¿Dónde está el apoyo entre mujeres? ¿Y las feministas qué se hicieron? Y que en su mayoría provienen de hombres ansiosos y sedientos por tener la más mínima excusa para burlarse y violentar a las mujeres.

    Es importante recordar este contexto, especialmente ahora que se avecina el 8M, cuando escuchamos a muchas mujeres decir que quienes nos manifestamos no las representan, o que “esas no son formas” (de pedir equidad e interseccionalidad en los derechos que nos pertenecen).

    Me encantaría poder ir persona por persona, recordándoles que gracias a esas mujeres que fueron ruidosas, rebeldes, y revoltosas, es que ellas pueden votar, que pueden estudiar, que pueden trabajar y utilizar pantalones o el tipo de vestimenta que deseen.

    Pero más que eso, me genera tristeza pensar que nunca han estado en una marcha sólo de mujeres, sintiéndose enormes, fuertes, poderosas y sin miedo, acuerpadas por una y mil y una de desconocidas, brincando y cantando, gritando al unísono en una marea que suda dolor, frustración, impotencia; pero también muchísimo amor, pasión y felicidad.

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    Yo marcho por mí, pero como mujer blanca reconozco mi privilegio y sé que ahí no acaba, tengo que ver más allá de mi nariz diría una de mis mejores amigas; así quemarcho por ellas, por las que están, las que faltan y las que estarán.

    Por la desconocida que me cuidó en un bar hace 10 años,

    las que regalan productos sanitarios sin pensarlo dos veces,

    las niñas, las abuelas, las mamás;

    y sí, por ellas, las que no represento, las que se sienten incómodas porque como bien lo dice Catalina Ruiz-Navarro

    “la sororidad no plantea que tengamos que ser mejores amigas ni que entre todas nos caigamos bien, es entender que hacemos parte de un sistema que de alguna manera a cada una nos tiene jodidas y que nos vamos a aliar para enfrentarlo.”

    En una sociedad que nos quiere todo menos unidas, abracémonos y marchemos con la cabeza en alto siempre; y cuando alguna no tenga la fuerza, otra le pondrá su hombro y entre todas seguiremos luchando, incomodando y existiendo.

    Sobre la autora

    Sara Alvarez Keller, estudiante de psicología interesada en temas sociales quien está redescubriendo sus pasiones, mientras encuentra equilibrio entre el trabajo y la universidad. Amante de los libros, el café, viajar y los atardeceres.

    Sara Alvarez Keller, Mujeres Fuertes Autodefensa, sororidad, 8M

    Sobre Mujeres Fuertes Autodefensa

    Mujeres Fuertes es un proyecto de autodefensa apoyando a todas las personas a vivir una vida libre de miedo y llena de confianza.

  • Nuestro hashtag favorito del año – #womeninmalefields

    Nuestro hashtag favorito del año – #womeninmalefields

    #womeninmalefields

    La importancia de la representación

    #womeninmalefields

    Mujeres alrededor del mundo encontraron una nueva manera de crear comunidad, y esta vez es a través de un hashtag en redes sociales. En los últimos meses, #WomenInMaleFields o mujeres en industrias/áreas de hombres ha ganado popularidad y se ha viralizado con miles de mujeres compartiendo ejemplos de sus vidas personales, laborales y sentimentales para llegar a la conclusión que no estamos solas, no es nuestra culpa y de una u otra manera compartimos la misma experiencia.

    Un trend que comenzó como algo de humoraludiendo a la poca responsabilidad afectiva de un “casi novio” o la condescendencia de entrevistadores y jefes, pronto reveló un mensaje más profundo; juntas hemos sufrido a causa del patriarcado, pero juntas podemos desafiarlo, construir una comunidad y demostrar que tenemos un lugar en cualquier espacio que elijamos ocupar, lo cual lleva a la clara falta de representación que tenemos como mujeres en áreas e industrias mayoritariamente lideradas por hombres.

    La falta de representación femenina en sectores como STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) es una realidad que no podemos ignorar. Según el Global Gender Gap Report 2024, sólo el 28.2% de la fuerza laboral en STEM está compuesta por mujeres, y son incluso menos los puestos de liderazgo.

    La representación importa porque ver a mujeres triunfar y prosperar en roles tradicionalmente masculinos empodera y brinda seguridad a otras de intentarlo; no se trata sólamente de desafiar estereotipos, si no de inspirar a futuras generaciones y demostrar que la diversidad en equipos no es sólo deseable, sino esencial para la innovación y el éxito.

    Aunque estas tendencias son un gran punto de partida, los datos son el motor del cambio real. Según el Global Gender Gap Report, al ritmo actual, se necesitarán 134 años para cerrar completamente la brecha de género, lo cual exige acciones concretas como:

    • Prácticas de contratación equitativasque eliminen los prejuicios implícitos.
    • Programas de mentoríapara apoyar a mujeres en sus trayectorias profesionales.
    • Políticas inclusivasque permitan un balance entre la vida laboral y personal.

    Prácticas de contratación equitativasque eliminen los prejuicios implícitos.

    Programas de mentoríapara apoyar a mujeres en sus trayectorias profesionales.

    Políticas inclusivasque permitan un balance entre la vida laboral y personal.

    #Womeninmalefields es un llamado a la acción, una plataforma de representación y una fuente de esperanza. Al unirnos para compartir nuestras historias y apoyarnos mutuamente, estamos allanando el camino hacia un futuro más equitativo.

    Y mientras tanto, disfruten de esta selección de reels sobre#WomenInMaleFields

    Sobre la autora

    Sara Alvarez Keller, estudiante de psicología interesada en temas sociales quien está redescubriendo sus pasiones, mientras encuentra equilibrio entre el trabajo y la universidad. Amante de los libros, el café, viajar y los atardeceres.

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    Sobre Mujeres Fuertes Autodefensa

    Mujeres Fuertes es un proyecto de autodefensa apoyando a todas las personas a vivir una vida libre de miedo y llena de confianza.

  • Mentiras que nos cuentan a las mujeres

    Mentiras que nos cuentan a las mujeres

    mujeres fuertes autodefensa

    ¿Por qué creemos que la competencia femenina es normal, inevitable, y natural?

    “Nunca he tenido muchas amigas mujeres.”

    “Es la primera vez en mi vida que he estado en un espacio de solo mujeres—¡y que me he sentido bien!”

    “Nunca me he llevado tan bien con chicas… Siempre me he llevado mejor con los maes… (hombres)”

    Los anteriores son comentarios y sentimientos que escuchamos constantemente en los retiros de empoderamiento y las capacitaciones de instructoras de autodefensa de Mujeres Fuertes. Espacios que, con mucha intención, designamos para solamente mujeres y personas no-binarias.

    Al inicio, me sorprendieron estos comentarios. Como niña, yo tuve el privilegio (poco común, ¡ya me doy cuenta!) de tener muchas amistades y conexiones positivas con otras chicas. A pesar de alimentarme de la cultura popular en los años 90 y los 2000s—telenovelas, música y libros que elevaron la competencia femenina, y pocas veces la colaboración—pude construir vínculos de apoyo, respeto, cariño, y empoderamiento mutuo.

    No aprecié mi suerte suficientemente hasta iniciar los retiros de Mujeres Fuertes en el 2018.

    mujeres fuertes autodefensa

    Como movimiento y plataforma de entrenamiento de autodefensa y empoderamiento, nos dedicamos a deconstruir varios mitos sociales y falsas narrativas a través de nuestras actividades. Dicho esto, me parece apropiado que agreguemos esto a la lista:

    Mentiras que nos cuentan a las mujeres

    • Que la competencia es un estado natural entre las mujeres.Más bien rescatamos nuestro verdadero patrimonio—como mujeres, como seres humanos—del círculo. Reconocemos que la autodefensa es colectiva, y que juntas nos levantamos, nos sanamos, y nos hacemos más fuertes.
    • Que ser femenina significa ser complaciente o pasiva.Alcontrario, celebramos la capacidad natural de las mujeres (y de todos los seres) para defenderse, abrazamos la agresividad (sana), y reconocemos los límites y la asertividad como cualidades humanas, no de género.
    • Que “chismear” es algo trivial.Preferimos replantear los “chismes” en el contexto del quinto principio de la autodefensa holística: Decir / Contar. Una herramienta que siempre hemos utilizado para cuidarnos entre hermanas, avisando sobre personas violentas y espacios no-seguros.
    • Que los “expertos” son por defecto hombres, y que el conocimiento sobre la autodefensa está por extensión codificado como masculino.Nos enfocamos en capacitar como instructoras a personas que comparten experiencias de vida con sus participantes.
    • Que el feminismo—y el empoderamiento—es algo distinto de los derechos LGBTQ, la justicia social y climática, el antirracismo, y muchos otros.Estamos profundamente interconectados—como personas, comunidades, y movimientos. No podemos cumplir nuestra misión e ignorar otras injusticias. La prevención de violencia es parte de un cambio social más amplio… y también el resultado de el.

    Que la competencia es un estado natural entre las mujeres.

    Más bien rescatamos nuestro verdadero patrimonio—como mujeres, como seres humanos—del círculo. Reconocemos que la autodefensa es colectiva, y que juntas nos levantamos, nos sanamos, y nos hacemos más fuertes.

    Que ser femenina significa ser complaciente o pasiva.

    Al contrario, celebramos la capacidad natural de las mujeres (y de todos los seres) para defenderse, abrazamos la agresividad (sana), y reconocemos los límites y la asertividad como cualidades humanas, no de género.

    Que “chismear” es algo trivial.

    Preferimos replantear los “chismes” en el contexto del quinto principio de la autodefensa holística: Decir / Contar. Una herramienta que siempre hemos utilizado para cuidarnos entre hermanas, avisando sobre personas violentas y espacios no-seguros.

    Que los “expertos” son por defecto hombres, y que el conocimiento sobre la autodefensa está por extensión codificado como masculino.

    Nos enfocamos en capacitar como instructoras a personas que comparten experiencias de vida con sus participantes.

    Que el feminismo—y el empoderamiento—es algo distinto de los derechos LGBTQ, la justicia social y climática, el antirracismo, y muchos otros.

    Estamos profundamente interconectados—como personas, comunidades, y movimientos. No podemos cumplir nuestra misión e ignorar otras injusticias. La prevención de violencia es parte de un cambio social más amplio… y también el resultado de el.

    ¡Esperamos verlas en nuestra próxima capacitación de instructoras—esta vez en Guatemala!

    Información y aplicaciones acá: https://forms.gle/rjjPhM97utQDfSPY8

    Sobre la autora

    Toby Israeles la fundadora y facilitadora de Mujeres Fuertes Autodefensa. Instructora de defensa personal (Certificación Completa, ESD Global, Formadora de Instructoras, Credencial ESDP con la Association of ESD Professionals) y maestra de yoga, facilita retiros y talleres para inspirar y transformar a partir de la conexión con nuestra fuerza interior. Vino a Costa Rica en 2017 para sacar su maestría en la Universidad para la Paz. Se quedó por el sol, la papaya y la comunidad.

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    Sobre Mujeres Fuertes Autodefensa

    Mujeres Fuertes es un proyecto de autodefensa apoyando a todas las personas a vivir una vida libre de miedo y llena de confianza.

  • La Niña Buena

    La Niña Buena

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    Consejos para mí y para vos que empezaste a ser niña mala

    Fui criada, educada y motivada con valores que me guiaron hacia el comportamiento de una “niña buena”, y no lo considero una queja; comprendo que lo hicieron para asegurarse de que tuviera las herramientas necesarias para enfrentar la vida como la sociedad “manda”.

    Nos damos cuenta que una mujer fue enseñada a ser “buena” cuando permanece en silencio la mayoría del tiempo, sin alzar la voz o expresar opiniones de manera contundente. Es una niña, adolescente o mujer cuidadosa, pulcra y que evita ensuciarse. Posee una sonrisa constante y una cara simpática. Se espera que esté disponible para las demás personas, sirviendo cuando es necesario, y que mantenga una apariencia física delicada, incluso cerrando las piernas.

    Te reto a que imaginés a una niña inadecuada, y notarás que no la encontrarás en mi descripción, llegando incluso a sentir cierta incomodidad al intentar hacerlo.

    Tras vivir diversas experiencias, sumergirme en la lectura de varios libros de desarrollo personal y feminismo y participar en el taller de Autodefensa Holística de Mujeres Fuertes, he descubierto métodos, herramientas y formas de expresión que me han permitidoabrazar mi lado de la “niña mala”.

    Aprendí a escuchar mis necesidades y establecer límites claros, identificando dónde no deseo estar y con quiénes no debería compartir mi tiempo de manera más definida. Desarrollé la habilidad de decir no, de discernir dónde no quiero estar y con quién no quiero relacionarme, de una manera más clara y precisa. Por mencionar algunas cosas, en el proceso sigo evolucionando.

    Ahora, he cultivado la capacidad de escuchar mi intuición y, lo que es aún más importante, de seguir sus indicaciones. He adquirido herramientas para distanciarme, para alejarme de situaciones donde no me siento valorada, y para compartirme solo en lugares donde mi autenticidad es apreciada.

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    Me he vuelto consciente de mi poder interno y de mi capacidad para expresar lo que siento en lo más profundo de mi corazón.

    Sin embargo, en este proceso también he experimentado miedo, rechazo y dolor. Me he encontrado con personas en mi camino que se molestan ante mis límites, gente que no está dispuesta a escucharme y situaciones manipuladoras. He notado la presencia de aquellos amigos, familiares y conocidos que anhelan a la niña buena y sumisa que decía sí a todo, que obedecía sin cuestionar.

    Esta dinámica activa en mí mecanismos de autorrepresión, rondando la idea de regresar a mi antigua yo para evitar el juicio, el castigo o la desaprobación.

    El poner un límite y perder una persona o una relación, incluso una posición social duele. Pero al largo plazo, duele más despriorizarme y mis necesidades, serme infiel.

    Unos consejos para mí y para vos que empezaste a ser niña mala:

    1. Uso miintuiciónpara tomar decisiones.
    2. Ya no me involucro o trato de no estar en lugares que impliquen sobrevivencia, sé que es más fácilponer límitesen lugares de ternura.
    3. Uno de mis no negociables es que cada persona puede definir sus límites pero si alguna de las dos partes no acepta negociar, conversar o al menos respetar ese límite y cierra la puerta a la conversación, no voy a continuar con esa relación (trabajo, pareja, familia, amigos).
    4. En el último año, miniña y mujer malase atreve a tirarse al agua y decir mis límites y necesidades a viva voz, aunque vaya a caer mal. Sé que la persona que más pierde cuando se me irrespeta un límite soy yo misma.
    5. Tengoespacios de meditaciónpara sentir que me pasó por el cuerpo cuando puse un límite, qué reacciones recibí y qué deseo hacer como siguiente paso.
    6. Yo mismacuido mis límitesen cuanto pueda, a veces nosotras mismas los sobrepasamos.
    7. Leo, me capacito y me trabajo en terapia todo aquello que me permite tenerherramientaspara sentirme segura a nivel nervioso y emocional, cuando pongo un límite (trauma, paradigmas, sistema nervioso, mecanismos de defensa, etc).

    Uso miintuiciónpara tomar decisiones.

    Ya no me involucro o trato de no estar en lugares que impliquen sobrevivencia, sé que es más fácilponer límitesen lugares de ternura.

    Uno de mis no negociables es que cada persona puede definir sus límites pero si alguna de las dos partes no acepta negociar, conversar o al menos respetar ese límite y cierra la puerta a la conversación, no voy a continuar con esa relación (trabajo, pareja, familia, amigos).

    En el último año, miniña y mujer malase atreve a tirarse al agua y decir mis límites y necesidades a viva voz, aunque vaya a caer mal. Sé que la persona que más pierde cuando se me irrespeta un límite soy yo misma.

    Tengoespacios de meditaciónpara sentir que me pasó por el cuerpo cuando puse un límite, qué reacciones recibí y qué deseo hacer como siguiente paso.

    Yo mismacuido mis límitesen cuanto pueda, a veces nosotras mismas los sobrepasamos.

    Leo, me capacito y me trabajo en terapia todo aquello que me permite tenerherramientaspara sentirme segura a nivel nervioso y emocional, cuando pongo un límite (trauma, paradigmas, sistema nervioso, mecanismos de defensa, etc).

    Sobre la autora

    Como instructora de autodefensa holística y facilitadora de equipos,Ann Hillaryespecializa en utilizar herramientas lúdicas y de reflexión para fomentar el empoderamiento y la confianza. Con títulos en violencia de género y sensibilidad al trauma, diseña conversaciones significativas en torno al síndrome de la impostora, apoyando a mujeres a reconocer y superar sus barreras internas.

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    Sobre Mujeres Fuertes Autodefensa

    Mujeres Fuertes es un proyecto de autodefensa apoyando a todas las personas a vivir una vida libre de miedo y llena de confianza.

  • Por qué rechazamos tácticas de mercadeo basadas en miedo

    Por qué rechazamos tácticas de mercadeo basadas en miedo

    ¡Elevemos el empoderamiento y la autonomía!

    En nuestras páginas de redes sociales, nunca vas a ver imágenes de hombres esperando en la sombra, ni te vamos a contar sobre los peligros de andar sola por la calle.

    Creemos que la mayoría de las mujeres ya saben cual es la realidad de la violencia de género*. No necesitamos el recordatorio cotidiano de los peligros intrínsecos de ser mujer en nuestra sociedad (o persona no-binaria, trans, LGBTQIA, u otra identidad desfavorecida por el patriarcado).

    Lastimosamente, gran parte del mercadeo en el mundo de hoy depende del miedo para vender productos y servicios. Más específicamente, depende de activar una reacción al trauma (donde se apaga el neocortex y se activa el sistema de supervivencia que maneja las decisiones instintivas) para empujar a lxs consumidores a comprar, comprar, y comprar más.

    Nosotras, la red de Mujeres Fuertes Autodefensa, no creemos en el mercadeo basado en el miedo.

    mercadeo, miedo, autodefensa, feminismo

    Crecemos oyendo historias de terror de lo que significa ser mujer en este mundo. Pero nosotras queremos rechazar las tácticas de mercadeo que se aprovechan de los miedos de nuestra comunidad.

    Además, esas tácticas quizás se basan en hechos reales (por ejemplo, la violencia contra mujeres) pero se alimentan de los mitos culturales deshonestos. Por ejemplo: ese hombre en la sombra de una calle oscura representa un porcentaje pequeño de la violencia de género que realmente sucede en el mundo. Sabemos que mas del 90% de la violencia contra las mujeres es cometida por alguien conocidx—una pareja actual o pasada (50%), unx familiar, unx colega, o unx amigx.

    Rechazamos imágenes de mujeres acurrucadas en una esquina, de mujeres silenciadas por manos gigantescas, de mujeres reducidas al tamaño de muñecas al lado de atacantes monstruosos y superhumanos.

    Esas imágenes no reflejan la realidad; son la manifestación de una fantasía de violencia que perpetúa la creencia (falsa) que no podemos hacer nada para defendernos—aunque están vendiendo conocimiento de defensa personal. ¡Qué ironía!

    Les invitamos a unirse a este movimiento que más bien eleva el empoderamiento y la autonomía en vez de continuar el patrón generacional que nos dice que ser mujer significa que hay que tener miedo.

    Creemos que estas tácticas de mercadeo están enraizadas en sistemas patriarcales que se benefician del miedo de las mujeres, en la minimización de su poder. Así que rechazando estrategias basadas en miedo también rechazamos sistemas de violencia, control, y dominación.

    ¡Basta con vendernos nuestros miedos e inseguridades! Queremos ver mujeres brillando. Queremos ver mujeres que creen en su poder. Queremos ver mujeres que se apoyan en sororidad. Queremos ver mujeres fuertes.

    Y eso es exactamente lo que van a ver en nuestras páginas… ¡y en nuestros talleres! Bienvenidas a una red donde nos elevamos entre todas, y donde la posibilidad manda, no el miedo.

    «“¿Pero, no tienes miedo de viajar sola? ¿No es peligroso?” Me preguntan.

    Mi respuesta: “Yo soy peligrosa.”»

    —Nicole Snell, Girls Fight Back

    *“Violencia de género,” según ONU Mujeres, refiere a la violencia que contiene “actos dañinos dirigidos contra una persona o un grupo de personas en razón de su género. Tiene su origen en la desigualdad de género, el abuso de poder y la existencia de normas dañinas.” La podríamos llamar “violencia patriarcal” también, visto que está basada en dinámicas de poder y control fundamentales a sistemas patriarcales. Todxs somos víctimas de la violencia patriarcal, y todxs necesitamos luchar para interrumpirla.

    Sobre la autora

    Toby Israeles la fundadora y facilitadora de Mujeres Fuertes Autodefensa. Instructora de defensa personal (Certificación Completa, ESD Global, Formadora de Instructoras, Credencial ESDP con la Association of ESD Professionals) y maestra de yoga, facilita retiros y talleres para inspirar y transformar a partir de la conexión con nuestra fuerza interior. Vino a Costa Rica en 2017 para sacar su maestría en la Universidad para la Paz. Se quedó por el sol, la papaya y la comunidad.

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    Sobre Mujeres Fuertes Autodefensa

    Mujeres Fuertes es un proyecto de autodefensa apoyando a todas las personas a vivir una vida libre de miedo y llena de confianza.

  • No Verás Instructores Hombres en los Talleres de Mujeres Fuertes

    No Verás Instructores Hombres en los Talleres de Mujeres Fuertes

    No Verás Instructores Hombres en los Talleres de Mujeres Fuertes

    Pero la razón es mucho más compleja de lo que piensas.

    Recién en una presentación del documental de Mujeres Fuertes, nos quedamos conversando sobre la (falta de) presencia de instructores hombres en nuestros talleres.

    Mientras que ofrecemos varios talleres para un público mixto, hasta ahora nuestra capacitación de instructoras de autodefensa holística está abierta exclusivamente a mujeres. En otras palabras, los hombres pueden asistir a (algunos) cursos nuestros, pero no los pueden impartir.

    Regularmente, los hombres tanto desconocidos como conocidos, ofrecen ayudarnos en nuestros talleres de defensa personal. De vez en cuando una participante se queja porque eran mujeres, no hombres, las que sostenían las almohadillas para practicar los golpes, y que por eso les parecía menos serio o menos real la práctica. 

    Por lo general, las mujeres tienen miedo de ataques violentos cometidos por hombres, entonces es entendible su deseo de practicar las herramientas contra cuerpos masculinos. Pero, no nos parece razón suficiente para cambiar nuestra estructura, la cual se basa en principios de educación con atención específica al trauma.

    Más bien, les invitamos a todes a reflexionar sobre unas preguntas claves:

    • ¿Por qué las personas le asignamos más valor a una clase si el instructor es hombre?
    • ¿Por qué solemos asumir que le falta algo a un equipo de mujeres, y entonces necesariamente requiere algún apoyo masculino.
    • ¿Por qué, históricamente han sido hombres los que enseñan la defensa personal para mujeres, aunque no han experimentado la misoginia y elmachismode la misma manera?

    ¿Por qué las personas le asignamos más valor a una clase si el instructor es hombre?

    ¿Por qué solemos asumir que le falta algo a un equipo de mujeres, y entonces necesariamente requiere algún apoyo masculino.

    ¿Por qué, históricamente han sido hombres los que enseñan la defensa personal para mujeres, aunque no han experimentado la misoginia y el machismo de la misma manera?

    Esta reflexión nos lleva de vuelta a la pregunta, ¿por qué no tenemos instructores hombres?

    ¿Por qué esta exclusividad? ¿Es porque somos feministas que odiamos a los hombres? ¡Claro que no! Como siempre, la respuesta es bien compleja. Tiene varias capas, todas radicalmente disruptivas, y basadas en el amor y el activismo:

    1. Queremos equilibrio y equidad.

    La gran mayoría de las clases de defensa personal para mujeres han sido lideradas por hombres. Nuestra elección de capacitar y crear equipos de solamente mujeres representa una lucha más amplia para habitar espacios históricamente masculinos y/o excluyentes de las mujeres. Es nuestro derecho estar allí. No estamos en contra de los hombres que dan clases de defensa personal; simplemente sentimos que ya hay muchos, y no hay suficientes mujeres haciendo lo mismo. Queremos cerrar esa distancia y crear oportunidades que hasta ahora han sido ausentes.

    2. Buscamos modelar el liderazgo y poder feminino.

    Muchas personas no han visto un equipo 100% liderado por mujeres, y mucho menos en ambientes como las artes marciales o defensa personal— espacios, como ya comentamos, históricamente dominados por hombres. Nuestro estilo de educación incluye “modelar” los conceptos que queremos enseñar: consentimiento, respeto, autonomía, empoderamiento, y sí, mujeres en puestos de autoridad y poder.

    3. Creemos que (a veces) es necesario crear espacios solo para mujeres.

    Una en 3 mujeres ha experimentado violencia sexual. Muchas más han vivido algún acoso callejero o laboral. No todos los agresores son hombres, pero la mayoría sí. Así que no siempre representan seguridad para las que han vivido violencia. Algunas participantes en nuestros talleres quizás hubiesen preferido entrenar con instructores hombres, pero muchas más eligen nuestros cursos porque se sienten más cómodas aprendiendo en un círculo de mujeres. (Sí, a veces ofrecemos talleres para todes. Ver #1 y #2 .)

    Reconocemos que muchos hombres YA están dando cursos de autodefensa, y más adelante tenemos intencionado ofrecer capacitaciones mixtas que enseñen a todes:

    • Cómo crear espacios seguros con atención específica al trauma.
    • Cómo enseñar estrategias de comunicación, intuición y apoyo en red como parte de un sistema holístico.
    • Como tomar en cuenta el contexto sociocultural de la violencia, y así también de la autodefensa.
    • Cómo facilitar el auto-empoderamiento, tejer redes de apoyo, e invitar eldesaprendizajedel machismo en las clases de defensa personal.
    • Cómo presentar la autodefensa como un camino de sanación y conexión y libertad—no de miedo y limitaciones.

    Cómo crear espacios seguros con atención específica al trauma.

    Cómo enseñar estrategias de comunicación, intuición y apoyo en red como parte de un sistema holístico.

    Como tomar en cuenta el contexto sociocultural de la violencia, y así también de la autodefensa.

    Cómo facilitar el auto-empoderamiento, tejer redes de apoyo, e invitar el desaprendizaje del machismo en las clases de defensa personal.

    Cómo presentar la autodefensa como un camino de sanación y conexión y libertad—no de miedo y limitaciones.

    Así es cómo enseñamos nosotras, ¡y así seguiremos!

  • “Somos Red” Pero, ¿qué significa eso?

    “Somos Red” Pero, ¿qué significa eso?

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    ¡No estamos solas!

    Mujeres Fuertes Autodefensa es un proyecto multifacético. Somos una empresa social dedicada a brindar educación de autodefensa holística, empoderamiento y prevención de violencia a todas las personas posibles. Además, desde el 2022 somos un programa de formación de instructoras de autodefensa, y somos una metodología única que presenta la autodefensa como una práctica holística y cotidiana que nos puede aportar más conexión, alegría y placer.

    Y, claro, somos la red de todas las personas que han participado a nuestros talleres y retiros, las aliadas que nos han enseñado, convocado o apoyado, y aun las comunidades que hemos tocado indirectamente a través de nuestros talleres virtuales, contenido digital, o participantes que luego compartan sus experiencias con otrxs.

    Muchas veces, nos preguntan cómo ser parte de la red de Mujeres Fuertes. Seguimos desarrollando la respuesta a esa pregunta, y abajo compartiremos algunas posibilidades. Pero primero, nos parece sumamente importante definir un poco mejorque significaser una red, ya que esa palabra se utiliza mucho para muchas cosas.

    somos red, mujeres fuertes autodefensa

    Así que, esto es lo que queremos decir cuando decimos que somos red:

    1. Creemos que somos más fuertes juntas.Respaldamos la sororidad, el acuerpamiento, y la manada. No estamos solas, y tú tampoco. Si te vemos en la calle, te ofreceremos acompañarte. Celebramos tus logros y compartimos tus esperanzas; sabemos que tu fuerza no disminuye la nuestra… ¡la refleja!
    2. Sabemos que somos más que nuestras partes.La sabiduría colectiva, el conocimiento del círculo y la magia del grupo son hechos fundamentales que guían nuestro trabajo. Cómo dice nuestra compañera: nosotras no venimos a empoderar a nadie (ya son poderosas, ¡claro!); ¡somos un puente entre herramientas buenísimas y nuestra red!
    3. Nos comprometemos con nosotras mismas y nuestrxs hermanxs.Este no es un grupo de amigas o un club exclusivo. Buscamos tejer una red inclusiva y espacios seguros. No importa tu edad, tu nivel de experiencia, tu estado de ánimo, tu educación, tu trabajo o tu fe. Si quieres aprender, crecer y apoyar a otrxs que quieren lo mismo, estas bienvenida aquí. El respeto va primero; no tenemos que ser mejores amigxs todxs, pero sí debemos respetarle a cada miembro de la red—y ojalá amarla.
    4. Rechazamos sistemas patriarcales y coloniales (y entonces violentos) de poder y autoridad.Y elegimos reemplazarlos con la fuerza mayor de comunidad, sororidad, y circularidad. Buscamos cultivar una nueva cultura de respeto, consentimiento, equidad, paz y libertad.
    5. Reconocemos que la fuerza se siente y se expresa de muchas maneras diferentes, y consideramos a la vulnerabilidad como un superpoder.Celebramos la diversidad de fuerzas y honramos las vulnerabilidades presentes en nuestra red. Nos abrazamos y nos sostenemos en esa diversidad.

    Creemos que somos más fuertes juntas.Respaldamos la sororidad, el acuerpamiento, y la manada. No estamos solas, y tú tampoco. Si te vemos en la calle, te ofreceremos acompañarte. Celebramos tus logros y compartimos tus esperanzas; sabemos que tu fuerza no disminuye la nuestra… ¡la refleja!

    Sabemos que somos más que nuestras partes.La sabiduría colectiva, el conocimiento del círculo y la magia del grupo son hechos fundamentales que guían nuestro trabajo. Cómo dice nuestra compañera: nosotras no venimos a empoderar a nadie (ya son poderosas, ¡claro!); ¡somos un puente entre herramientas buenísimas y nuestra red!

    Nos comprometemos con nosotras mismas y nuestrxs hermanxs.Este no es un grupo de amigas o un club exclusivo. Buscamos tejer una red inclusiva y espacios seguros. No importa tu edad, tu nivel de experiencia, tu estado de ánimo, tu educación, tu trabajo o tu fe. Si quieres aprender, crecer y apoyar a otrxs que quieren lo mismo, estas bienvenida aquí. El respeto va primero; no tenemos que ser mejores amigxs todxs, pero sí debemos respetarle a cada miembro de la red—y ojalá amarla.

    Rechazamos sistemas patriarcales y coloniales (y entonces violentos) de poder y autoridad.Y elegimos reemplazarlos con la fuerza mayor de comunidad, sororidad, y circularidad. Buscamos cultivar una nueva cultura de respeto, consentimiento, equidad, paz y libertad.

    Reconocemos que la fuerza se siente y se expresa de muchas maneras diferentes, y consideramos a la vulnerabilidad como un superpoder.Celebramos la diversidad de fuerzas y honramos las vulnerabilidades presentes en nuestra red. Nos abrazamos y nos sostenemos en esa diversidad.

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    Entonces, ¿cómo me puedo involucrar en la red de Mujeres Fuertes?

    Recibimos cualquier propuesta o invitación que tienes para aportar a (y ser apoyada por) nuestra red. Y si no sabes, tenemos unas sugerencias:

    1. Únete a nuestras comunidades digitales.
    2. ¡Sé un patrocinador!
    3. Capacitate como instructora de autodefensa holística.
    4. Sé un donantey ayúdanos a cumplir con nuestra visión de ser 100% autosustentables. Más info en nuestra campana de recaudacion de fondos:https://givebutter.com/MujeresFuertes
    5. Participa en nuestros talleres, retiros y laboratorios de autodefensa. ¡Siguiendo nuestras páginas te enterarás de nuestras próximas actividades!
    6. ¡Ayúdanos a pasar la palabra!

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    Sé un donante y ayúdanos a cumplir con nuestra visión de ser 100% autosustentables. Más info en nuestra campana de recaudacion de fondos: https://givebutter.com/MujeresFuertes

    Participa en nuestros talleres, retiros y laboratorios de autodefensa. ¡Siguiendo nuestras páginas te enterarás de nuestras próximas actividades!

    ¡Ayúdanos a pasar la palabra!

    ¡Gracias por ser parte de nuestra red!

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  • Entonces… ¿Ahora la princesa no necesita ser salvada? Una pequeña reflexión sobre la representatividad.

    Entonces… ¿Ahora la princesa no necesita ser salvada? Una pequeña reflexión sobre la representatividad.

    Una pequeña reflexión sobre la representatividad.

    Una pequeña reflexión sobre la representatividad.

    Desde niño he amado Disney, los videojuegos, las historias de aventuras; las de superar obstáculos, vencer al/a la villana y obtener un premio muy deseado, un reconocimiento, una validación. Ese “premio” espera al final de la pesadilla de obstáculos, sentada, pasiva…

    Espera por mí, su “salvador”, pues mi misión no es otra que obtenerle, que liberarle de la pesadilla en la que se encuentra, pesadilla que de paso, es completamente ajena a ella: no se la buscó, no la pidió, solo “le tocó”.

    Es un plot ya muy gastado, muy binario, muy estereotipado: la delicada damisela encerrada en su torre esperando a que la salve su fuerte príncipe.

    Siento y pienso, que a estas alturas de la vida, estos roles de género no nos representan (al menos no a todxs).

    Por eso me alegró al ver la película animada de Mario Bros y poder disfrutar con mucho gusto de una historia alterna: 2 personajes, un chico y una chica que como pares se embarcan a salvar a un tercero, en este caso, un chico. Porque los chicos también caemos en aprietos que no buscamos o pedimos, no siempre somos el “salvador” de la historia. Peach permanece aún en mi mente, en su motocicleta llena de estilo, como un personaje clave, con decisión y acción. La pasividad quedó en el olvido.

    Y entonces eché para atrás a pensar que hace bastante rato se vienen proponiendo otras formas de representatividad en estos contenidos: Valiente no quería seguir al pie lo impuesto por su linaje familiar (Valiente – Disney | Pixar, 2012), Fiona, a pesar de esperar a ser rescatada por su príncipe, no era nada pasiva o indefensa (Shrek – Dreamworks, 2001), Luisa es la hermana fuerte que soporta el peso familiar (Encanto – Disney, 2021).

    No hay figuras masculinas que les salven, que se lleven los honores. Ellas son dueñas de su poder. Ellas se salvan solas.

    ¿Y nos preguntamos si la representatividad importa?

    En mi caso personal me hace preguntarme, si de niño hubiese estado expuesto a otras masculinidades, si la propia se hubiese construido de manera diferente. Más honesta con el hombre que soy y cómo me quiero relacionar con las demás personas que me rodean en mi cotidianidad, sabiendo que no tengo que solucionarlo todo, que no estoy encima de nadie, que no tengo que tener la última palabra.

    Porque la representatividad SÍ importa, en especial para lxs más chicxs, es una confirmación de que lo que siento es válido, de que como me percibo es posible.

    Me alegra mucho saber que las nuevas generaciones (y también los que ya somos adultos) podemos disfrutar de estas nuevas historias, desde otros lugares, con una re lectura. Me alegra mucho en especial para con los niños que componen mi familia y siento gran esperanza de cómo se van construyendo esas versiones de sí mismos en su interior, de la diversidad de”arquetipos” que pueden adoptar en sus vidas y que en el futuro no tengan miedo a “salirse del molde” por que ya no habrá molde del qué salirse.

    Cada quién construirá su identidad y su expresión en el mundo como se le antoje.

    Si quisiéramos salvarnos, o salvar a alguien, lo haremos en comunidad. Cada quién desde sus fortalezas, sin importar cómo se auto perciba.

    Sobre el autor

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    Iaris acompaña proyectos en los que cree, con la gente que quiere, desde cualquiera de sus saberes. Rodearse de chicas a través de su vida le ha enseñado a valorar la espera, los ciclos, lo profundo e intangible. Con Mujeres Fuertes su labor es el apoyo “tras de cámaras” de manera logística y operativa; sostiene y cuida a la distancia. Es apasionada del baile, del arte y del amor. Actualmente transita un viaje de autodescubrimiento en el Lago Atitlán (Guatemala), de la mano del cacao, el agua y los volcanes.

  • ¿Soy yo “mucho” o es el patriarcado?

    ¿Soy yo “mucho” o es el patriarcado?

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    “¿Eres dificil?”

    Muchas veces como amante, amiga, socia, o si busco en mis recuerdos cuando niña, he tratado de recortar mis necesidades para que se ajusten a un ideal de indiferencia propugnado por nuestra cultura individualista y capitalista, en la que las necesidades son vulnerabilidad, y la vulnerabilidad nos costará: orgullo, dinero o probablemente ambos.

    He reducido cuidadosamente el exceso de mi deseo y esculpí mi sombra para no ofender, intimidar o amenazar. No obstante, sigo siendo ‘mucho’ aunque no según mis propios estándares.

    Hace poco publiqué un poema en instagram sobre ese tema de ser “una mujer difícil”. Junto con ella había una simple encuesta:

    “¿Eres difícil?”

    Las respuestas:

    >> Oh, sí, y orgullosa de ello.

    >> No, no lo creo.

    Nunca he obtenido tantos votos en una encuesta; esta claramente tocó un nervio. Me hizo pensar:

    ¿Soy realmente ‘mucho’, ‘exigente’ o ‘difícil’?(…me lo han dicho lo suficiente como para al menos considerar la posibilidad de que pueda ser cierto).O tal vez, solo tal vez, ¿no se trata de mí en absoluto? ¿Ha establecido el patriarcado estándares —para la feminidad, para las relaciones de todos los géneros y sexualidades, y para la interdependencia humana— que son a la vez increíblemente bajos e imposiblemente altos? Si más de la mitad somos ‘mucho’ o ‘demasiado’, ¿no deberíamos redefinir nuestros límites?

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    Reacción automática: echar la culpa al patriarcado, por supuesto. Pero déjame explicar el porqué. En su artículo sobreLa Rabia Sagrada, mi talentosa amiga Amy Schmidt escribió lo siguiente: “A las mujeres no se les permite sentir rabia como los hombres… Por eso muchas de nosotras lloramos cuando nos enojamos y nos frustramos. No se nos permite la misma salida energética para esta emoción, por lo que estalla sin control de nuestros ojos, lo que lleva a acusaciones de ser demasiado emocional”.

    Sus palabras me tocaron. Desde que era niña, mis propias lágrimas me han desconcertado. ¿Por qué los sentimientos de ira, frustración, vergüenza y abandono se expresaron en forma de agua? ¿Quién me enseñó que mi rabia ardiente era ‘mucho’… demasiado amenazante?

    Todos recibimos mensajes, tanto subliminales como explícitos, que debemos comportarnos de cierta manera, controlar ciertas emociones y ajustarnos a ciertos arquetipos de género. Estos mensajes varían según la cultura, el género y la década, pero al enseñar el programaAutodefensa y Empoderamientoa mujeres y niñas de 6 a 60 años de todo el mundo, he notado ciertas tendencias:

    ❖ Debemos ser amables.

    ❖ No debemos exigir demasiado.

    ❖ No debemos ocupar espacio.

    ❖ Debemos complacer, dulcemente.

    Estas expectativas se han vuelto aún más confusas por los axiomas más nuevos y modernos dedating, la espiritualidad “New Age”, y el neoliberalismo:

    ❖ No debemos pedirle nada a nadie.

    ❖ Debemos estar completamente libres de expectativas o necesidades.

    ❖ Cada uno de nosotros debe ser como una isla.

    ¡Con razón piensan que somos ‘mucho’! ¿Quién podría estar a la altura de todas esas demandas contradictorias? Si soy demasiado, es porque el límite aceptable del patriarcado para la feminidad, la ira, el deseo, la vulnerabilidad y tantas otras cosas es demasiado pequeño para contenerme.
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    Mi exceso de pasión, terquedad y exigencia puede ser demasiado para el patriarcado, pero también ha impulsado cada proyecto creativo, elección de carrera y cambio de vida que he emprendido durante la última década. Me hace valiente y ambiciosa. Estas no son cualidades que encajan en los espacios reducidos históricamente asignados a las mujeres (ni a las diversas poblaciones marginadas).

    En caso que piense que el patriarcado solo lastima a las mujeres, explique esto: de las 50 personas que votaron en mi encuesta, el 70% afirmó con orgullo la etiqueta de “difícil” (el 80% de ellas eran mujeres). ¿Los hombres son intrínsecamente menos difíciles, exigentes o necesitados, o simplemente lo esconden mejor? Si a las mujeres se les enseña a reprimir su ira, ¿se les enseña a los hombres a reprimir sus necesidades? (Creo que, sinceramente, a todas, todos y todes se nos ha enseñado a suprimir nuestras necesidades). ¿Es más difícil para un hombre ser dueño de las etiquetas: ‘mucho’ o ‘demasiado’ y de toda la burla y el juicio que conlleva? ¿O su autopercepción es más indulgente, con un margen de error más amplio antes de llegar al límite: demasiado?

    No tengo respuestas a todas esas preguntas. Sin embargo, creo que nuestra sociedad hace del estoicismo una virtud, especialmente para los hombres. Si bien las mujeres pueden sentir más libertad para abrazar su exceso (los arquetipos de la novia necesitada y la madre emocional, por ejemplo, al menos están disponibles para nosotras, aunque los despreciamos), me pregunto si los hombres quedan atrapados con más frecuencia en el papel (hijo, hermano, esposo o padre) de inquebrantables, escrito para ellos hace siglos. “Los machos no lloran”, es una expresión muy conocida.

    Yendo más allá del género binario (muy limitado), ¿acaso no tenemos muchísimo interés en la independencia absoluta? ¿Cuándo fue que necesitar a los demás, tener emociones y esperar que nuestros amigos, familiares y seres queridos nos apoyen en nuestras vidas se convirtió en una debilidad, en lugar de una condición fundamental del ser humano?

    Todas y todos somos fuertes y vulnerables; poderosas e interdependientes; confiados y llenos de miedo. Una no descarta al otro.

    Si estás leyendo esto supongo que también te has sentido juzgado por ser ‘demasiado’ al menos una vez en tu vida. Tal vez te han dicho que estás exagerando cuando pides un aumento salarial o un ascenso laboral, que estás “necesitado” cuando expresas límites en una relación amorosa, o que tu rabia sagrada da miedo o es inválida.

    Así que deja que te pregunte:

    ¿Eres ‘mucho’?

    ¿Eres difícil?

    ¿O es solo el patriarcado el que habla?

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    Autora: Toby Israel, creadora de Mujeres Fuertes Autodefensa

    Photos: Retiro Free to Be, Nathalie, Noviembre 2021

    Originalmente publicado en Disruptivas: https://disruptivascomunidad.com/-soy-yo-mucho-o-es-el-patriarcado-

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    Incorpórate al taller digital de Autodefensa Holística:

    Autodefensa y empoderamiento